Se trata de una vivienda unifamiliar entre medianeras en el núcleo urbano de Sant Feliu de Guíxols;
La parcela ofrece una buena orientación para el funcionamiento bioclimático solar, por eso se apostó por una buena captación en fachada sur mediante grandes cristaleras, muro trombe, gran inercia térmica y uso de buenos aleros.
La construcción se realizó con materiales locales ``low tech``, de bajo impacto, y en especial atención a sus efectos a su comportamiento electromagnético, electrostático y radiactivo. Por ello una condición de diseño fue la minimación del acero, y si se usaba que fuera inoxidable para minimizar sus perturbaciones.
Los muros estructurales y de cierre se hicieron de tapial HTC (hormigón de tierra local estabilizada comprimida) y BTC Bioterre, un bloque estandarizado en España por la norma UNE 41410, y que es tierra cruda compactada y estabilizada (www.bioterre.es) . El uso de la tierra minimiza el consumo energético en fabricación, transporte y reciclaje, genera una mejor permeabilidad del muro, que además debido al alto intercambio catiónico de las arcillas naturales crudas se confiere una enorme capacidad de regular la humedad y de absorber tóxicos presentes en el ambiente.
Los forjados se hicieron en bóveda catalana, rellena de tierra y cáscara de arroz como aislamiento.
La cubierta es ajardinada parcialmente, y en la zona norte de madera, corcho y teja árabe, generando entre ellas un tragaluz y espacio para las placas solares.